sábado, 28 de marzo de 2020

INDICACIONES DEL VATICANO PARA SEMANA SANTA

 El Vaticano actualiza sus indicaciones para Semana Santa

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha actualizado, con fecha 25 de marzo de 2020, el Decreto del 19 de marzo en el que ofrece las indicaciones generales y algunas sugerencias para las próximas fiestas pascuales.
En el nuevo texto, se adaptan las normas a la situación actual de pandemia del Covid-19, considerando su rápida evolución, y a las observaciones recibidas de las Conferencias Episcopales.
El Decreto señala que al no poder ser trasladada la fecha de Pascua, en las zonas afectadas y con restricciones a causa del coronavirus, los obispos y los presbíteros celebren los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz.
Para que los fieles puedan unirse desde sus casas, se recomienda avisar de las horas de inicio de las celebraciones. ¨Podrán ser de gran ayuda -matiza- los medios de comunicación telemática en directo, no grabados. En todo caso, es importante dedicar un tiempo oportuno para la oración, valorando, sobre todo, la Liturgia de las Horas¨.
También invita a las Conferencias Episcopales y cada una de las diócesis a ofrecer subsidios para ayudar en la oración familiar y personal.
Además de estas recomendaciones generales, el Decreto ofrece las siguientes indicaciones concretas:

1.- Domingo de Ramos:
    • Celebrar en el interior del edificio sagrado la conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén.
    • Adoptar en las iglesias catedrales la segunda forma prevista del Misal Romano y en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la tercera.
2.- Misa crismal:
    • Las conferencias Episcopales podrán indicar su posible traslado a otra fecha.
3.- Jueves Santo:
    • Omitir el lavatorio de los pies, que ya es facultativo.
    • Omitir la procesión al final de la Misa en la Cena del Señor.
    • Reservar el Santísimo Sacramento en el Sagrario.
    • En este día, se concede excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar la Misa, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado.
4.- Viernes Santo:
    • En la oración universal, los obispos se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos (cf. Missale Romanum).
    • La adoración de la Cruz con el beso se limita al celebrante.

5.- Vigilia Pascual:
    • Se celebrará solo en las iglesias catedrales y parroquiales.
    • Para la liturgia bautismal, se mantenga solo la renovación de las promesas bautismales (cf. Missale Romanum).

Los seminarios, las residencias sacerdotales, los monasterios y las comunidades religiosas tienen que atenerse a las indicaciones de este Decreto.

Por último señala que las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del Obispo diocesano podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre.


  Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la
         Disciplina de los Sacramentos, 25.03.2020

                                                      DECRETO

En tiempo de Covid-19 ( II )

Considerando la rápida evolución de la pandemia del Covid-19 y teniendo en cuenta las observaciones recibidas de las Conferencias Episcopales, esta Congregación ofrece una actualización de las indicaciones generales y de las sugerencias ya dadas a los Obispos en el anterior decreto del 19 de marzo de 2020.

Dado que la fecha de la Pascua no puede ser trasladada, en los países afectados por la enfermedad, donde se han previsto restricciones sobre las reuniones y la movilidad de las personas, los Obispos y los presbíteros celebren los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de la paz.

Los fieles sean avisados de la hora del inicio de las celebraciones, de modo que puedan unirse en oración desde sus propias casas. Podrán ser de gran ayuda los medios de comunicación telemática en directo, no grabados. En todo caso, es importante dedicar un tiempo oportuno a la oración, valorando, sobre todo, la Liturgia Horarum.

Las Conferencias Episcopales y cada una de las diócesis no dejen de ofrecer subsidios para ayudar en la oración familiar y personal.


1.- Domingo de Ramos. La Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén se celebre en el interior del edificio sagrado; en las iglesias catedrales se adopte la segunda forma prevista del Misal Romano; y en las iglesias parroquiales y demás lugares se adopte la tercera.

2.- Misa crismal. Valorando la situación concreta en los diversos países, las Conferencias Episcopales podrán dar indicaciones sobre un posible traslado a otra fecha.

3.- Jueves Santo. Se omita el lavatorio de los pies, que ya es facultativo. Al final de la Misa en la Cena del Señor, se omita también la procesión y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario. En este día, se concede excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar la Misa, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado.

4.- Viernes Santo. En la oración universal, los Obispos se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos (cf. Missale Romanum). La adoración de la Cruz con el beso se limite sólo al celebrante.

5.- Vigilia Pascual. Se celebre sólo en las iglesias catedrales y parroquiales. Para la liturgia bautismal, se mantenga solo la renovación de las promesas bautismales.

                   De mandato Summi Pontificis pro hoc tantum anno 2020.

En la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 25 de marzo de 2020, solemnidad de la Anunciación del Señor.

                                               Robert Card. Sarah
                                                       Prefecto

                                                   Arthur Roche
                                            Arzobispo Secretario

viernes, 27 de marzo de 2020

ABRIL - MES DE LA PASCUA

              PARROQUIA DE SANTA MARÍA DE CALEIRO
                                         
                                              ABRIL
MES EN LOS CRISTIANOS CELEBRAN SU GRAN FIESTA:                                          
                                         LA PASCUA

Vamos a iniciar este hermoso mes, en que la primavera llena de esplendor nuestra tierra, y en este año tenemos que estar encerrados en nuestras casas por ese inesperado virus, el COVID-19, conocido popularmente por el “Coronavirus”, que está llenando el mundo de dolor, sufrimiento y muerte, sobre todo en ancianos y personas con problemas de salud. ¿Quién podría imaginar que en pleno siglo XXI, cuando, estúpidamente, nos creíamos que éramos señores de la vida y de la muerte, no necesitábamos a nadie, ni siquiera a Dios, que para muchos es un estorbo a batir porque no deja seguir nuestros caprichos egoístas y destructivos, y de repente que un insignificante virus se extiende por esta aldea global, que es el mundo, como un reguero de pólvora que encoge el corazón de la humanidad sin saber la manera de pararlo.

UNA CUARESMA ATÍPICA.-
Las autoridades nos han metido en nuestras casas para evitar males mayores, nos han proclamado esta cuarentena (cuaresma laica) para que cuidemos de nuestra salud, y cuidando nuestra salud cuidamos la de los demás, evitando los contagios y con ello el colapso de la sanidad, es decir, de hospitales, centros de salud donde nos puedan cuidar para sobrevivir a este enemigo invisible que nos quiere matar; cuando muchos pasaban de la cuaresma cristiana, incluso queriéndola convertir en un permanente carnaval, y esta cuaresma es el momento en que la Iglesia, desde siempre, en que nos invita a la reflexión para que encontremos el profundo sentido de la vida, y sobre todo, la vida divina que Dios nos ha regalado en el bautismo, y que nosotros por nuestros egoísmos y maldades destruímos; pues buen tiempo es este para que reflexionemos, para que de verdad nos replanteemos un poco de como vivimos, para que vivimos, que sentido tiene nuestra vida, somos realmente grandes, o un episodio pasajero que solo vale la pena para aprovechar el momento presente.

Los cristianos creemos que somos realmente grandes, porque Dios nos ha hecho grandes, pero si nos olvidamos de Él, nos pasa como le pasó a Adán y Eva, que se quedaron en la desnudez de su propia nada y en el sufrimiento de su esterilidad.

UNAMONOS EN LA ORACIÓN.-
Como no podemos reunirnos en nuestras celebraciones litúrgicas, para evitar los temibles contagios, como nos mandan las autoridades, quiero al menos ponerme en contacto con todos vosotros a través de los medios modernos telemáticos, para que aprovechemos estos tiempos difíciles uniéndonos todos en la oración, en la reflexión de esta cuaresma tan atípica, para que podamos todos juntos celebrar la próxima pascua con gran alegría y esperanza, cantando con mas fuerza que nunca el: ¡Aleluia”, Cristo vive, Cristo nuestra esperanza, ¡Aleluia!, y hayamos superado esta pesadilla en que nos ha metido este inoportuno y maldito “coronavirus”.

OREMOS EN NUESTRAS CASAS.-
Ciertamente no podemos celebrar comunitariamente la Eucaristía, pero esto no significa que no la celebremos, yo procuro celebrar privadamente para pedir por todos, para pedir que Dios nos libre de esta peste y que haga los menos estragos posibles, para que continuemos viviendo con alegría y esperanza en la construcción de un mundo mejor con la colaboración de todos, desde los científicos, autoridades, pasando por el humilde y fecundo trabajo de cada persona en el campo que le corresponda, contando siempre con la ayuda del Dios Padre, que quiere que “el hombre viva”.

Os recomiendo, que como no podéis participar en la eucaristía, al menos participar en la que algunas cadenas de televisión ofrecen, como la trece a diario, a galega, a las 10 de la mañana, el domingo, la segunda de la nacional, a las 12. También tenéis a Radio María que os ofrece un amplio abanico para sostener la vida espiritual.

No dejéis de aprovechar este tiempo de prueba para acercarnos a Dios, ya que no hay mal que por bien no venga, todos los momentos son tiempos de Dios, y así, la Historia de la Salvación, nos enseña que los tiempos difíciles, de prueba, son tiempos de conversión y de encuentro con Dios que camina a nuestro lado en la Historia.

LA SEMANA SANTA.-
Dentro de una semana entramos en la Semana Santa con el Domingo de Ramos, que vamos a celebrar el día 5 de abril, y por tanto todavía estaremos en la cuarentena, no podremos salir de nuestras casas, pero el Papa nos recomienda que la celebremos privadamente con muy pocas personas; cosa que haremos, y pienso que lo que podríamos hacer es que dejaseis los ramos en el Salón parroquial de antemano, el sábado por la tarde y el domingo a primera hora, y después el domingo por la tarde o el lunes paséis a recogerlos. También el Sábado Santo celebraremos de igual manera la Vigilia Pascual, y después, cuando pase esta pesadilla, poder llevarla para vuestras casas.

De todas formas no dejemos de vivir la Semana Santa con devoción cristiana, meditando y viviendo los misterios de la pasión, muerte y gloriosa resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que tanto sufrió por nuestra salvación.

CONFIRMACIONES.- 
Las confirmaciones estaban programadas para el 18 de abril, a las 8 de la tarde, pero debido a estas circunstancias de la pandemia del Covid-19, quedan suspendidas hasta que se puedan reprogramar y celebrar, lo sentimos profundamente por estos jóvenes que lo esperaban con ilusión.











miércoles, 18 de marzo de 2020